Frutas con hueso: parecidos razonables, nutrientes en común y cómo consumirlas (más allá del postre)
Fuente: cuidateplus
Las llamadas frutas con hueso –albaricoque, melocotón, nectarina, paraguayo y ciruela- son, a primera vista, muy parecidas entre sí (nada raro, teniendo en cuenta que están emparentadas pues todas pertenecen a la misma familia botánica, las rosáceas) y, además, forman un grupo colorido y aromático que se asocia con la llegada del buen tiempo, ya que están de temporada en primavera y verano.
Sin embargo, y aunque tanto por su aspecto como en lo que se refiere a su aporte nutricional comparten muchas similitudes, cada una de ellas presenta peculiaridades y señas de identidad que las hacen muy recomendables en la dieta habitual.